La illa de San Andrés es un famoso santuario a donde, según el dicho popular vai de morto quen non foi de vivo (va de muerto quien no fue de vivo).
Los romeros tenían la costumbre de tirar una piedra en los túmulos o "milladoiros" (se llaman "amilladoiros" en la comarca de Cedeira) que se encontraban a ambos lados del camino (se contabilizan hasta 20 milladoiros entre el lugar de Veniño y Teixido). Las piedras de los milladoiros dice la leyenda que "hablarán en el juicia final" para decir qué almas cumplieron con la promesa de ir a San Andrés.
Los milladoiros son montones de piedras que los romeros van dejando
en lugares determinados: cerca de un santuario, cruces de caminos,
parajes sagrados, etc. En las cercanías de San Andrés, al lado de las
cuestas de bajada al santuario se conservan más de media docena de
milladoiros (algunos en perfecto estado), formados por miles y miles de
piedras que los peregrinos han ido depositando a lo largo de los siglos
.Es posible que los milladoiros que hay en este lugar sean los únicos en
el mundo con estas características. Esta costumbre se sigue practicando
por los romeros que peregrinan al santuario de San Andrés, como
demuestra el extraordinario milladoiro que hay en el lugar de "O Campo
do Choíño" en la llamada "Costa Pequeña".
Se cree que la peregrinación a Teixido comenzó a partir de la Edad de hierro, durante la cultura castreña. De hecho, el primer registro de la existencia de peregrinación aparece en el año 1391, en el testamento de una señora de Vivero.
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